¿Nunca se pusieron a pesar en lo que va detrás del término “única y diferente”?
Aunque no crean, es realmente preocupante hacerle creer a niñas y a adolescentes que si “no leen, son igual que las demás”. Que, si no leen, si no son chicas tímidas, que nunca salen, si les gustan las fiestas. Entonces son igual que las demás.
Esta es una táctica de manipulación para hacerles sentir que si realmente disfrutan de estas cosas consideradas “banales” son chicas perdidas, que nadie va encontrar nada interesante en ellas, van a pasar desapercibidas por eso, no van a tener nada que ofrecer.
Como si leer fuera un indicativo de inteligencia, como si disfrutar de salidas o fiestas fuera un pecado y todo va conectado con el tema de la virtuosidad y la pureza.
Personalmente, creo firmemente que esto funciona de manera exitosa porque tienen un trasfondo en nuestra lastimada autoestima, y buscamos cualquier cosa que nos valide ante los ojos del resto.
¿Con esto quiero decir que leer está mal? ¿Ser tímida está mal? ¿No querer salir a fiestas está mal? ¿No ser tan activa sexualmente está mal?
No, claro que no. Pero tampoco creo que se deba considerar algo que premiar, estos son nada más aspectos individuales de cada uno, y ninguno vale más ni menos que el otro.
Los seres humanos no somos seres unidimensionales, tratar de definirnos así seria una perdida de tiempo.
Abracemos la dualidad de poder leer un buen libro, y al mismo tiempo emborracharnos en una fiesta.
De ser tímidos y al mismo tiempo dejar de ser vírgenes.
Dejemos de querer definir a las niñas, adolescentes, mujeres en una fantasía que nadie puede cumplir porque NO somos una sola cosa siempre.
